En una de las temporadas más atípicas que se recuerden, la celebración no dejó de lado el reclamo por la declaración de emergencia cultural.
Virginia Lago fue reconocida este lunes a la noche con el Estrella de Mar de Oro en el marco de la tradicional ceremonia que, cada año, reconoce a los espectáculos y artistas que forman parte de la temporada de verano.
En el marco de una temporada de las más atípicas que se recuerden, la alegría por participar de la fiesta y obtener un galardón, no pudo dejar de lado la preocupación por la preocupante situación que están atravesando gran cantidad de artistas que, tras un invierno muy duro, no han tenido la posibilidad de volver a subir al escenario. Y, en ese marco, el reclamo por la declaración, en Mar del Plata, de la Emergencia Cultural.
Con un formato distinto, acorde a las restricciones por la pandemia, en el entorno de la Villa Victoria Ocampo y con la presencia del intendente Guillermo Montenegro, la celebración se concretó valorando y agradeciendo a quienes se atrevieron a “hacer temporada” en la compleja situación que está atravesando el país.
En ese contexto, un importante porcentaje de las obras y artistas participantes, son marplatenses.
Durante la ceremonia se llevó a cabo un homenaje especial a Cuatro Elementos Espacio Teatral y a Mauricio Dayub. En un caso, por su aporte a la cultura en Mar del Plata y en el otro, por el compromiso, por elegir a Mar el Plata y convertir al teatro en un lugar de encuentro. “Que tengamos una coyuntura más amable para seguir haciendo lo que amamos”, pidió el artista.
En esta ceremonia, hubo dos intermedios artísticos, el perímetro, breve y fallido, a cargo del comediante Nicolás de Tracy y el segundo, a cargo de Ana Fontán, centrado en un homenaje a Astor Piazzolla.
“Estoy temblando de frío y de emoción”, sostuvo Virginia Lago tras recibir el premio de manos del intendente. Y aseguró: “Amo a esta ciudad profundamente, hace 40 años que vengo, voy a ver todo el teatro marplatense que puedo. En este momento no solo el teatro, el mundo está pasando un momento dificilísimo, pero acá estamos, en la batalla, en la trinchera, haciendo lo que amamos, y así seguiremos para celebrar la vida”.
Antes de recibirla, Montenegro había agradecido a todos los artistas que eligieron venir a Mar del Plata “a pesar de la incertidumbre y de tener un aforo inferior a otras provincias. Está claro que nos eligieron por amor, no por salvarse”.
También reconoció a “los más de 4000 artistas marplatenses por el año horrible que tuvimos el año pasado”.
Entre los artistas que recibieron sus premios, Sergio Lanchas fue el primero en hacer mención a la delicada situación por la que están atravesando los teatristas de la ciudad. “Luego de meses de inactividad atravesamos, la compleja realidad y el difícil momento económico es imperioso que se declare la Emergencia Cultural. Si bien la situación es general en el país, yo vivo acá, con gente que mira para otro lado cuando un artista hace sus variedades en una esquina y muchos artistas callejeros son censurados y discriminados cuando lo que están haciendo es tratar de parar la olla. La crisis del arte no es solo económica, es más importante y profunda, necesitamos políticas claras” aseveró.
Cecilia D’Angelo ganadora como autora de Una rosa blanca, aseguró que “las trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras” y pidió “al HCD que declare la emergencia cultural en Mar del Plata porque los compañeros lo están pasando muy mal, hemos sufrido mucho el invierno”.
Campa, ganador como mejor espectáculo de Stand up, fue el primero en agradecer la inclusión de ese género en las nominaciones y de dedicar el premio a todos los trabajadores de la Salud, “en este momento tan difícil”.
Tanto Horacio Lavandera como Julia Zenko, ganadores en sus rubros, no pudieron viajar para recibir el reconocimiento, pero grabaron sus mensajes de agradecimiento.
Ezequiel Campa.
El Ballet Güemes, que obtuvo dos premios, destacó el esfuerzo de 42 años llevando adelante la pasión y el amor por el folklore.
Tanto Sebastián Del Hoyo, quién obtuvo dos galardones, como los integrantes del trío RAM, que obtuvo su primer Estrella de Mar como banda Tributo, destacaron la diversidad y la calidad de la música que se realiza en Mar del Plata.
Lorena Liggi, cara visible de la compañía más nominada en esta edición de los premios Estrella de Mar, valoró que “en este año tan duro, este premio nos hace doblemente felices. Somos un grupo de locos apasionados por este género tan difícil de realizar pero creemos que tenía que estar en esta temporada”.
Mar del Plata La Revista.
Alzúa co-productor de la Revista, tuvo su mención para Carmen Barbieri, referente del género. “Amamos Mar del Plata y el teatro. Había que estar, estuvimos y vamos a seguir estando. Este premio es para todos. Todos merecen el reconocimiento de haber levantado el Telón” agregó, con su especial agradecimiento a Carlos Rottemberg.
Leandro D’Angelo, en tanto valoró que además del elenco que trabaja en el escenario, en el caso de La Revista “son 40 personas del equipo técnico y todos los rubros que ponen su granito de arena para que podamos hacerla”.
El joven pianista Joaquín Oliva Uberuaga.
Greta Risa, la directora de Sueño de una noche de Verano, la segunda obra más premiada, agradeció a los actores “que se prestaron a mi locura, al rigor y a la exigencia y que se entregaron a diferentes técnicas” y recitó un tramo de Shakespeare.
En tanto Clarita Campos (mejor labor de reparto por la misma obra) reconoció que “fue un trabajo muy intenso” por el que está muy feliz de realizarlo “en este difícil momento”.
Sueño de una noche de verano.
A 30 años de venir ininterrumpidamente a Mar del Plata con sus espectáculos de Comedia, Omar Capacci recibió el primer Estrella de Mar de su carrera. “Hace 30 años que vengo y aplaudo, es la primera vez que me toca subir al escenario” indicó y junto a su mujer y el resto del elenco de “Devolveme mi cuerpo” valoró la labor teatral continuada en Mar del Plata.
En una noche fría, con distanciamiento social y barbijos, con incertidumbre económica y reclamos, los artistas volvieron a realizar una demostración de resistencia y amor por su trabajo.